Manu Molina | Agente de viajes
Decía Robert Louis Stevenson que el gran asunto es moverse, un acto absolutamente instaurado en la rutina de una gran parte de la población y con un incremento constante, pero adentrémonos y hagámonos una cuestión, ¿cuál es el fundamento de tu hábito viajero?
Existe quién viaja por ocio, personas que no tienen una necesidad imperiosa por viajar o que lo hacen promovidos por el atractivo de un destino concreto, por pasar unos días en convivencia con la familia o por tener unos momentos de ocio compartidos con amigos.
Paralelamente existen quiénes viajan por necesidad, personas impulsadas por motivos laborales o negocios, quiénes buscan el reencuentro con familiares o anhelan una oportunidad en el extranjero. En estos tiempos de millennials los hay que viajan por la necesidad imperiosa del like o del follow, con la necesidad de compartir esa pose en la playa de moda o replicar la visita cultural de una celebrity. Y por supuesto están los que viajan por pura necesidad de movimiento.
En estos tiempos convulsos de COVID, los que tienen una pura necesidad de movimiento, me tienen fascinado. Quizás lo traen en el ADN nómada de nuestros antepasados o en la insaciable búsqueda de nuevas culturas o tradiciones. O no tan nuevas, porque estos viajeros no tienen problema en repetir destinos completando sus vivencias.
Para ellos el movimiento es una necesidad igual de primordial que ir al supermercado o a la gasolinera. Les genera desanimo no tener libertad de movimiento o ver cercadas sus ilusiones viajeras, pero lo suplen con constante movimiento. Dejando el miedo en segundo plano, cautelosos y respetuosos con los distanciamientos y pautas establecidas, se han adaptado a las nuevas condiciones de viaje de manera rápida. Y nosotros con ellos, generándoles cuidadas experiencias.
Y siguen viajando. Siguen preparando la maleta con la misma emoción de siempre. Son ellos los que están meciendo nuestra ilusión y los que están disfrutando estas semanas de rincones increíbles de nuestra mano. Les estaremos siempre agradecidos.
Y tú, ¿qué fundamento de viaje tienes?
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