Durante este fin de semana he podido descubrir el cariño de la zona. Gente trabajadora, con sentimiento de familia que te espera con los brazos abiertos, como si de una tía lejana se tratara. Disfrutan los sentidos, con unos paisajes encantadores y con un Alcalá de Jucar a la vuelta de la esquina. Disfruta el paladar, con una cocina Manchega que te sorprende en cada cucharada y con unos vinos Bobales que te atrapan.
La jornada se resume en un buen desayuno, una ruta senderista agradable, una visita a las Bodegas Vega Tolosa, un buen rabo de toro en mesa, un Spa calmado y una cena exquisita. Lo puedes complementar con multiaventura, con algo de adrenalina. Si este plan te atrae, no dudes en escaparte.
El acogimiento en el Hotel Cañitas SPA ha sido magnífico, hoteles coquetos y mimados, con pocas habitaciones y con la sensación de estar en casa.
Gracias a todos por tanta atención y cariño.